Día 4

El cuarto día también empezó con película asiática, esta vez japonesa. Giovanni's Island era una de las películas más esperadas del festival, hasta el punto que Bill Plympton tuvo que hacer la cola de los “sin reserva” para entrar en la peli.

Giovanni's Island es un flashback de un anciano que vuelve a la isla de Shikotan, una de las islas Kuriles ocupadas por Rusia desde la segunda guerra mundial, después de mucho tiempo. Allí es donde vivió su infancia, la guerra y su primer amor.

Los animadores japoneses son expertos en el género de “niño madurando a la fuerza”, y esta película es una muestra más. Los momentos de ternura e inocencia del principio de la película se convierten en duras pruebas que el pobre Giovanni debe superar. No hay duda de que la película consigue emocionar al espectador durante prácticamente toda la película, pero especialmente en las escenas finales.

La ovación que se llevó la película y a continuación su director fue larga, sincera y en pie, mientras algunos de los asistentes se limpiaban las lágrimas.

Pre-nota: 7

Post-nota: 8

Por la tarde vi Minuscule, que es la única representación local en la selección oficial. Trata sobre una guerra entre dos hormigueros, uno de hormigas negras (las buenas) y otro de hormigas rojas (las malas).

En realidad, y aunque parezca raro, la protagonista es una mariquita. Ésta se separa de su familia (por estúpida) y acaba siendo atacada por unas moscas, perdiendo un ala antes de poder escapar. Después se encuentra con las hormigas negras y acaban haciendo pandilla.

Está rodada en 3D en bosque real y con mosquitos de plastilina que contrastan bastante con el escenario real. Lo que nunca he entendido es la necesidad de hacer zooms cuando tienes un escenario 3D.

Los gags cómicos están bastante logrados, muy del estilo de Ice Age. Sin embargo, hay muchas cosas que no terminan de funcionar. La primera y fundamental es que es muy infantil. Esto no sería un problema si no fuera una historia sobre la guerra y las escenas de batalla son casi un tercio de la película. Estallan petardos, lanzan bolas de petanca, se estrellan contra parabrisas, pero no hay nada de sangre ni cadáveres ni nada. Queda muy ridículo ver explotar una bomba y que las hormigas salgan disparadas y sigan andando tan tranquilas. El respeto por la física es nulo y el respeto por la lógica es ninguno (Abro mil agujeros en el hormiguero pero debo tirar la puerta con un ariete para poder entrar). En resumen, que toma a los niños por idiotas y no me gusta.

Pre-nota: 4

Post-nota: 4

Y por último fui a ver Asphalt Watches, que es la película de la sección oficial que menos ganas tenía de ver porque el trailer tenía una pinta horrible.

La película es una especie de road movie en la que dos amigos (uno es un muñeco de nieve fantasma con paraguas y el otro algo así como un zombie con gorra transparente) hacen autostop para llegar a una fiesta al otro lado del país. Se van montando en varios coches distintos conducidos por gente variopinta. El dibujo parece hecho por mí con el paint con el ratón táctil de un portátil. La animación era más bien escasa.

La cosa es que es una mierda enorme y me salí a la media hora de la sala. Antes que yo ya se habían salido otras 15 personas (más o menos otras tantas quedaban dentro). Juraría que los voluntarios que estaban fuera al salir habían hecho una porra para ver cuántos duraban dentro. No lo digo de coña, cuando salí oí algo así como “Otro, al final vas a ganar tú”. Pero como fue en francés y hablaban entre ellos, igual estoy equivocado.

El motivo por el que me fui, a parte de que no tenía ninguna gracia, es que era muy irritante. La mayoría del tiempo no pasaba nada, pero los dibujos se movían como si estuviéramos en un barco. De repente algunas cosas al azar tenían ojos (por ejemplo un yacimiento de petróleo). Otras en cambio, cambiaban ocasionalmente sus ojos por hamburguesas. Siempre la misma hamburguesa copy-pasteada. Sin embargo, lo más irritante de todo es que cuando había una conversación, de repente había una frase que se convertía en canción y era repetida 7 u 8 veces seguidas sin motivo aparente. Y eso era toda la canción. En fin, un suplicio.

Pre-nota: 3

Post-nota: 1