martes, 19 de junio de 2018

Annecy 2018. Día 3

Antes de entrar en materia, el corto del miércoles da un poco de mal rollo y eso está bien. Mezcla el rollo tribal con el festivo-urbano de Brasil. Bien, nos gusta.

Cuando llegué a Bonlieu por la mañana me sorprendió la cantidad de militares que había allí plantados con sus metralletas. Después pensé que sería porque iba a ver una película sobre cómo es crecer en Afghanistán e igual hay quien no quiere que lo sepa.

Avión. No se estrelló contra ninguna torre o edificio pentagonal.



No puedo hablar mucho de la presentación de Parvana porque a pesar de subir mucha gente al escenario no dijeron nada digno de mención. Muy sosos.


La directora, Nora Twomey, fue una de las directoras de la gran El libro de Kells. Mientras su compañero Tomm Moore hacía esa maravilla que es 'La canción del mar', Nora hizo esta película.

Como decía, Parvana o The Breadwinner cuenta la historia de una niña en Afghanistán. Su padre está ausente y sólo quedan mujeres en casa. Como apenas tienen permitido hacer nada o salir de casa solas, se hace pasar por niño para ayudar en casa. Es una historia contada bastantes veces pero que siempre funciona.

Todo esto se ve entremezclado con un cuento que va contando Parvana a todas las personas con las que se va encontrando. Siempre empezando por el último punto donde lo dejó, así que la gente yo creo que no se entera de mucho, pero bueno… Yo creo que no está muy bien llevado y que debería haber sido el momento para lucirse con la animación pero todo es bastante planito y soso.

En los momentos en los que sí se disfruta del dibujo es con los paisajes desérticos de Kabul y sus alrededores. Aplausos para el artwork..

Yo reconozco que esperaba más, pero es una buena película. Echo de menos riesgo tanto en la forma de narrar como en la de animar. De cualquier forma estoy seguro de que gustará a cualquiera que la vea.

Nota: 7

Después vi Insect. A la cual iba con mucho miedo porque (para qué engañarnos) pintaba mal, pero no podía no verla porque el director es Jan Svankmajer, director checo de muchas películas y cortos de animación desde los años 70 y director también de la maravillosamente absurda 'Mi pequeño Otik'.


No puedo contar mucho de la película porque a los diez minutos ya estaba hasta el rabo de ella y había asumido que era imposible meterse dentro de la historia (porque te sacaban a patadas). Dormí buena parte de ella (menos de lo que me gustaría) y del resto sólo disfruté cuando mostraban cómo hacían los efectos de sonido.

Para quien quiera saber de qué va, un hombre quiere hacer una obra de teatro o película y eso provoca un montón de situaciones imbéciles y absurdas. Todo esto con imagen real excepto 3 ó 4 cosas absurdas como la bola de mierda que persigue a uno de los protagonistas.

Nota: 3

Y como yo soy muy masoca, me puse las dos que más miedo me daban juntitas. Cero esperanzas tenía yo depositadas en La casa lobo, pero me cuesta mucho no ver una peli de la sección oficial.


Vino uno de los directores y me bajó aún más las espectativas al decirnos que la hicieron entre dos personas. Yo ya tenía miedo de que pidiera perdón por adelantado, pero todo lo contrario, presumió mucho de la peli y dijo que nos iba a encantar. Muy majete.

La historia que cuenta es la de Maria, muchacha de origen alemán que huye de una especie de secta y se refugia en una casa abandonada. Pero en realidad el argumento no es tan importante. Lo que hace a esta película especial es la atmósfera tan turbia que consiguen con el acento extraño de la protagonista que nos va narrando todo y la forma de animar, que es bastante original.

No es la primera vez que veo una película animada pintando sobre paredes. Pero en este caso aprovechan cada hueco de la casa, tratándola como un personaje más y crean nuevos espacios sólo con dibujos. Varias veces durante la proyección he pensado “Joder qué coñazo pereza tener que volver a pintar todo eso otra vez”, porque la película tiene un curro detrás impresionante.

Lo que más sorprende son los momentos que pasan del 2D al 3D. De pintura a muñecos hechos de mejunje art-attack. Se le perdonan, o al menos yo lo hago, los trozos de celo que impiden que los muñecos se desmiembren y se mantengan en pie porque el efecto turbio-siniestro está muy bien conseguido.

Mucho mérito hacer esta película de stop-motion grafitero aunque se podría mejorar el tramo final en el que el ritmo decae un poco.

Nota: 7

Y acabamos con Funan. Casi le da un ataque al director cuando salió a presentar la película. Parecía estar realmente nervioso.


Subió al escenario mucha gente, que como de costumbre no dijo nada de interés pero chupó cámara. También nos presentó a algunas personas que estaban entre el público. Una de ellas el director artístico, que en mi opinión tras ver la peli debería ser el que estuviera al lado suyo.

La cosa es que nos contó que la película narra la historia de su hermano y su madre en Camboya cuando los comunistas llegaron al poder y básicamente esclavizaron a la población (por su bien, por supuesto). Es una historia de padres separados de su hijo a la fuerza y su aventura por intentar encontrarlo. Una historia que ya nos han contado muchas veces los japoneses. Y que nos la han contado mucho mejor. Pero entre los nervios de la presentación y el hecho de ser una historia personal triste, no descartemos a Funan para los premios, que el efecto Salvador Sobral (producto mejorable + factor pena) siempre está presente. Lo digo por la ovación superloca que se llevó al final, mientras que a mí me había parecido un 'Giovanni's Island' sin alma. Pero soy el primero al que le influyen las presentaciones en su veredicto, así que no puedo decir nada.

Que la peli no es mala, eh. Pero se alarga mucho y es muy estática. Una hora de gente pidiendo a otra que les ayuden no entretiene y contagia un tipo de desesperación distinta a la que sienten los personajes.

Eso sí, para quitarse el sombrero los fondos y paisajes de la película. Lo único en lo que puede competir con las pelis japonesas de la guerra.

Nota: 6











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