Antes de entrar en
materia, el corto del miércoles da un poco de mal rollo y eso está
bien. Mezcla el rollo tribal con el festivo-urbano de Brasil. Bien,
nos gusta.
Cuando llegué a
Bonlieu por la mañana me sorprendió la cantidad de militares que
había allí plantados con sus metralletas. Después pensé que sería
porque iba a ver una película sobre cómo es crecer en Afghanistán
e igual hay quien no quiere que lo sepa.
Avión. No se
estrelló contra ninguna torre o edificio pentagonal.
No puedo hablar
mucho de la presentación de Parvana porque a pesar de subir mucha
gente al escenario no dijeron nada digno de mención. Muy sosos.
La directora, Nora
Twomey, fue una de las directoras de la gran El libro de Kells.
Mientras su compañero Tomm Moore hacía esa maravilla que es 'La
canción del mar', Nora hizo esta película.
Como decía, Parvana
o The Breadwinner cuenta la historia de una niña en Afghanistán. Su
padre está ausente y sólo quedan mujeres en casa. Como apenas
tienen permitido hacer nada o salir de casa solas, se hace pasar por
niño para ayudar en casa. Es una historia contada bastantes veces
pero que siempre funciona.
Todo esto se ve
entremezclado con un cuento que va contando Parvana a todas las
personas con las que se va encontrando. Siempre empezando por el
último punto donde lo dejó, así que la gente yo creo que no se
entera de mucho, pero bueno… Yo creo que no está muy bien llevado
y que debería haber sido el momento para lucirse con la animación
pero todo es bastante planito y soso.
En los momentos en
los que sí se disfruta del dibujo es con los paisajes desérticos de
Kabul y sus alrededores. Aplausos para el artwork..
Yo reconozco que
esperaba más, pero es una buena película. Echo de menos riesgo
tanto en la forma de narrar como en la de animar. De cualquier forma
estoy seguro de que gustará a cualquiera que la vea.
Nota: 7
Después vi Insect.
A la cual iba con mucho miedo porque (para qué engañarnos) pintaba
mal, pero no podía no verla porque el director es Jan Svankmajer,
director checo de muchas películas y cortos de animación desde los
años 70 y director también de la maravillosamente absurda 'Mi
pequeño Otik'.
No puedo contar
mucho de la película porque a los diez minutos ya estaba hasta el
rabo de ella y había asumido que era imposible meterse dentro de la
historia (porque te sacaban a patadas). Dormí buena parte de ella
(menos de lo que me gustaría) y del resto sólo disfruté cuando
mostraban cómo hacían los efectos de sonido.
Para quien quiera
saber de qué va, un hombre quiere hacer una obra de teatro o
película y eso provoca un montón de situaciones imbéciles y
absurdas. Todo esto con imagen real excepto 3 ó 4 cosas absurdas
como la bola de mierda que persigue a uno de los protagonistas.
Nota: 3
Y como yo soy muy
masoca, me puse las dos que más miedo me daban juntitas. Cero
esperanzas tenía yo depositadas en La casa lobo, pero me cuesta
mucho no ver una peli de la sección oficial.
Vino uno de los
directores y me bajó aún más las espectativas al decirnos que la
hicieron entre dos personas. Yo ya tenía miedo de que pidiera perdón
por adelantado, pero todo lo contrario, presumió mucho de la peli y
dijo que nos iba a encantar. Muy majete.
La historia que
cuenta es la de Maria, muchacha de origen alemán que huye de una
especie de secta y se refugia en una casa abandonada. Pero en
realidad el argumento no es tan importante. Lo que hace a esta
película especial es la atmósfera tan turbia que consiguen con el
acento extraño de la protagonista que nos va narrando todo y la
forma de animar, que es bastante original.
No es la primera vez
que veo una película animada pintando sobre paredes. Pero en este
caso aprovechan cada hueco de la casa, tratándola como un personaje
más y crean nuevos espacios sólo con dibujos. Varias veces durante
la proyección he pensado “Joder qué coñazo
pereza tener que volver a pintar todo eso otra vez”, porque la
película tiene un curro detrás impresionante.
Lo que más
sorprende son los momentos que pasan del 2D al 3D. De pintura a
muñecos hechos de mejunje art-attack. Se le perdonan, o al menos yo
lo hago, los trozos de celo que impiden que los muñecos se
desmiembren y se mantengan en pie porque el efecto turbio-siniestro
está muy bien conseguido.
Mucho mérito hacer
esta película de stop-motion grafitero aunque se podría mejorar el
tramo final en el que el ritmo decae un poco.
Nota: 7
Y acabamos con Funan. Casi le da un ataque al director cuando salió
a presentar la película. Parecía estar realmente nervioso.
Subió al escenario mucha gente, que como de costumbre no dijo nada
de interés pero chupó cámara. También nos presentó a algunas
personas que estaban entre el público. Una de ellas el director
artístico, que en mi opinión tras ver la peli debería ser el que
estuviera al lado suyo.
La cosa es que nos contó que la película narra la historia de su
hermano y su madre en Camboya cuando los comunistas llegaron al poder
y básicamente esclavizaron a la población (por su bien, por
supuesto). Es una historia de padres separados de su hijo a la fuerza
y su aventura por intentar encontrarlo. Una historia que ya nos han
contado muchas veces los japoneses. Y que nos la han contado mucho
mejor. Pero entre los nervios de la presentación y el hecho de ser
una historia personal triste, no descartemos a Funan para los
premios, que el efecto Salvador Sobral (producto mejorable + factor
pena) siempre está presente. Lo digo por la ovación superloca que
se llevó al final, mientras que a mí me había parecido un
'Giovanni's Island' sin alma. Pero soy el primero al que le influyen las presentaciones en su veredicto, así que no puedo decir nada.
Que la peli no es mala, eh. Pero se alarga mucho y es muy estática.
Una hora de gente pidiendo a otra que les ayuden no entretiene y
contagia un tipo de desesperación distinta a la que sienten los
personajes.
Eso sí, para quitarse el sombrero los fondos y paisajes de la
película. Lo único en lo que puede competir con las pelis japonesas
de la guerra.
Nota: 6
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