Hace mucho tiempo
que quería venir al festival de Gijón. Cuando empecé a ver cine
raro (todo empezó con 8 mujeres y Nicky aprendiz de bruja) me di
cuenta de que muchas de mis películas favoritas (Lilya forever,
Tillsammans, CRAZY, Lila dice) habían pasado por Gijón y ganado el
premio de la juventud (yo era joven también en aquella época). Eso
hizo que durante años me llamara la atención la idea de venir algún
año.
Este año ha sido el
primero que el curro y el dinero me ha permitido venir, con el plus
de vivir a 3 horas en bus, así que no lo he dudado. No me quedo toda
la semana, pero al menos me han coincidido varias pelis muy
interesantes en el fin de semana. 4 de ellas de animación.
Lo primero que me ha
sorprendido al llegar a Gijón es lo poco promocionado que está el
festival. En mi paseo hasta el hotel y después hasta los cines
apenas me encontré con dos carteles del festival contra media docena
de 8 apellidos catalanes. Quizás la culpa es de que era de noche y
el cartel de la película es mucho más cantoso que el del festival
(que no me gusta mucho, he de decir).
Todas mis películas
son en los cines Centro, que están en un centro comercial que está
en el centro, cerca del casco viejo y la playa. Nadie diría que allí
se celebre ningún festival, no porque no esté decorado (algún
cartel hay) sino porque apenas se ve movimiento de gente. Quizás
todo el ambiente y el glamour del festival se concentra en el teatro
Jovellanos, pero por lo menos este año no podré averiguarlo.
Además, el público
que va al festival es muy ecléctico: abuelas, niños, cinéfilos,
parejas… Nada que ver con el predominio friki de Sitges o la de
post-adolescentes alegres de color de pelo imposible de Annecy. Lo
cual no es malo, supongo.
La cosa es que fui a
recoger mis entradas y había más gente en el mostrador (4) que en
la cola (yo) así que no tardé mucho, lo cual se agradece. Tanto
como se agradece que se puedan comprar las entradas por internet en
un minuto y no en cien siglos como pasa en Sitges. Cogí el periódico
del festival y me subí a la sala. Gran decepción al abrir el
periódico y ver todas las noticias en español. Uno se ha
acostumbrado a descifrar lo que pone en la mitad de las sinopsis de
las películas, y esperaba un nuevo reto con el asturianu tras haber
superado el catalán.
Venga va, me centro.
Antes de la peli nos pusieron un corto de animación, mudo en blanco
y negro y más bien feo aunque no desagradable. Däwit es una
historia tétrica sobre un chaval que se acaba conviertiendo en una
copia de su padre a pesar de haber sido criado por lobos. Los puntos
surrealistas entran un poco demasiado repentinamente, pero una vez
que lo aceptas, se disfruta bastante. No hubo aplausos, cosa que me
sorprendió. Nota: 6
Y después vino
Phantom Boy, que es una mezcla entre Polseres Vermelles, Ghost y El
caballero oscuro. Un chico con cáncer, que tiene que vivir en el
hospital y cuyo nombre es Lleó Léo, tiene la
capacidad de hacer viajes astrales mientras duerme, aunque también
puede hablar lo que es un poco raro. Utiliza estas habilidades para
ayudar a un policía un poco gafe a atrapar a un supervillano que
quiere destrozar Nueva York con un virus informático.
Aunque el punto de
partida no invite a pensarlo, la parte cómica de la cinta es lo que
más se disfruta. El supervillano y sus secuaces, que incluyen un
perro-patada, brindan un gran número de momentos hilarantes.
El resto de la
historia es basntante típica, pero no creo que la intención del
director fuera revolucionar ningún género. En ningún momento se
hace aburrida y como mayor pega diría que alguna de las decisiones
tomadas por los personajes son un poco cuestionables, pero sin llegar
al límite del ridículo.
Al final de la
película, de nuevo, ni un solo aplauso. Yo habría aplaudido de
buena gana pero, allí donde fueres haz lo que vieres. O igual es que
la película no gustó, quién sabe. Nota: 7
Al salir, fui
rápidamente a por algo para cenar (gublins y chocolatina) e intenté
prepararme mentalmente para lo que iba a ver.
Las opciones que
tenía para última hora del viernes eran: Anomalisa (vista y
disfrutada en Sitges), The Invitation (lo mismo), The sky trembles
and the earth is afraid and the two eyes are not brothers (me he
aburrido escribiendo el título, no quiero saber cómo es la peli) y
la que ví: Mysterious object at noon. En realidad había otra
opción, que es irse a dormir al hotel, pero eso en un festival es de
cobardes (e inteligentes).
Como este es un blog
de animación y esta peli no tiene ni un poco, he decidido que no voy
a hacer crítica, sino que me voy a limitar a dibujaros un timeline
de lo que pasaba por mi cabeza mientras veía la peli. Es mi blog y
hago lo que quiero, se siente.
Nota: 3
En resumen, que me
arrepentí de no haber elegido la opción de dormir. Dos personas
(quizás tres, pero no más) discreparon conmigo, llegando a aplaudir
la película. El resto estábamos demasiado ocupados intentando huir.
Y el día acaba
yéndome al hotel mientras degustaba un bocata de lomo con queso (los
gublins no me llenaron lo suficiente).
- Me encanta que los Cines Centro estén en un Centro comercial en el Centro. Que céntrico todo.
ResponderEliminar- Me ha llamado mucho la atención la mezcolanza de pelis que has encontrado en Phantom Boy, así que me la apunto en la lista de importantes.
- ¿Que vídeo te mandamos?
-Tuve mis dudas sobre si se llamaba Centro por una cosa o la otra. No pude averiguarlo, así que pongo las dos opciones por si acaso.
ResponderEliminar-Me acabo de dar cuenta que he puesto tres referencias y ninguna es comedia, que es lo que más destaco de la peli. Deficiencias mentales que tiene uno.
-Uno sobre vosotros andando por una ciudad que no sé si era bangkok y era un tanto agobiante porque estaba todo lleno de gente y coches y cosas. Creo
Aaaaaah, sí, bangkok. Ah, pues fenomenal, este lo pongo en la lista negra.
ResponderEliminarYo hubiese elegido, como última peli del día, la del título largo :P
ResponderEliminar